Educación en emergencias, UNICEF

Baile, canto, reflexión y aprendizaje: así fue el encuentro de Julián Díaz con docentes en Chocó

Decir que Julián Díaz tiene magia, es poca cosa. El actor colombiano y codirector de Diokaju Generación Arte Afro, es capaz de hacer reír, bailar y gritar a cualquiera. Julián emociona a quien está triste, hace reír a quien no quiere reír y pone a saltar a quien no quiere saltar, entonces, el cuerpo se libera, las emociones se disparan, la reflexión se detona y el aprendizaje nunca se olvida.

La magia indescriptible de Julián llegó a varios municipios del Chocó. Junto a Click+Clack y Unicef Colombia, en el marco del proyecto ECHO, el actor visitó Pie de Pato, Platanares y Puerto Meluk (subregión del Baudó), llevando conversaciones, bailes, canciones y actividades para que los docentes de las comunidades exploraran formas diferentes de aprender y enseñar.

En este encuentro con las comunidades, Julián logró crear espacios de desahogo y reflexión con los docentes. Por medio de posturas, ejercicios físicos, respiración profunda, cantos y bailes, las y los docentes memorizaron coreografías y bailaron alrededor de una vela, una vela que simbolizó la luz que guía, el conocimiento y aquello que llevamos dentro. El objetivo de esta rutina, más allá de la diversión y la liberación de estrés, fue que pudieran ser conscientes de la importancia de su labor en la sociedad, del compromiso que implica trabajar con niñas, niños y adolescentes, y de cómo los procesos de aprendizaje pueden ocurrir en cualquier escenario.

Julián logró detonar reflexiones importantes, por ejemplo, la necesidad de crear entornos agradables y empáticos para generar confianza, fortalecer la participación en el aula y detonar el aprendizaje significativo. Además, se destacó la importancia de poner en el centro aquellas actividades destinadas al bienestar colectivo y la necesidad de reconocer las diversas fortalezas, habilidades y cualidades que pueden ser aprovechadas en el ámbito académico. La relevancia de poner las emociones en el centro del aprendizaje, fue otro de los ejes de las actividades y los diálogos detonados por el actor.

«Considero que las actividades trabajadas por Unicef y Click+Clack con docentes de tres establecimientos del Alto Baudó, son para nosotros una gran oportunidad para que reflexionemos sobre la manera como estamos viviendo nuestras emociones, y por ende, para aprender a orientarlas, transmitirlas o vivenciarlas con todos los que nos rodean, en especial con nuestros estudiantes, para educar con el ejemplo y lograr que ellos vivan una vida en comunidad disfrutando y manejando sus emociones. Esta es una oportunidad más para que mejoremos lo que hacemos como docentes; los maestros trabajamos en pro de muchas cosas y queremos hacerlo bien. La oportunidad que nos brindaron fue bonita, sentí que todos la disfrutamos, fue muy valiosa y lo más importante es que no se quede allí, sino que sepamos que debemos seguir trabajando y no desistir con los chicos, ni con nosotros mismos. Estoy muy agradecida y espero que para mis compañeros siga siendo otra manera de seguir disfrutando lo que hacemos». Glemi Samira Robledo, rectora del Centro Educativo Hermano Anselmo Molano del Alto Baudó.

El Chocó se caracteriza por un gran nivel de imprevisibilidad a nivel social y político. El contexto de pobreza y de poca presencia estatal, combinado con las emergencias por inundaciones y conflicto armado, han afectado la trayectoria educativa de niñas, niños y jóvenes de dichas comunidades. Todo esto se traduce en retos sociales y enormes desafíos educativos. Resulta entonces indispensable, no solo llegar con recursos y materiales innovadores y apropiados, sino generar espacios donde el cuerpo, la mente y las emociones se vuelven protagonistas de las respuestas a las necesidades que enfrentan las comunidades.