Caminando por trochas y remando en canoas: así llegan a estudiar niños y niñas en Catrú

Tricio Forastero es docente de la Institución Educativa Patricio Mecha, ubicada en Catrú Central, en el Alto Baudó (Chocó), una comunidad indígena que habita en la cuenca del río Dubaza. En el marco de la estrategia de educación en emergencias que estamos implementando Unicef Colombia y Click+Clack, tuvimos la oportunidad de conversar con él para entender mejor cuáles son las emergencias y desafíos que enfrentan en la comunidad y cómo esto afecta la trayectoria educativa de niños, niñas, jóvenes y adolescentes.

Click+Clack: Profe, cuéntenos un poco sobre la Institución Educativa Patricio Mecha 

Tricio Forastero: El colegio es agropecuario. La institución tiene terreno, tiene lotes donde los estudiantes hacen sus prácticas de siembra, de la cría… Aquí hacemos diferentes siembras, de plátano, yuca, banano, árboles de guadua, palma de coco. Las prácticas son siempre aquí dentro de la institución y los estudiantes la hacen con ayuda del profesor del área. Y todos los docentes, que no somos de las mismas áreas, estamos ahí cerca, ayudando a sacar esa práctica o esa siembra.

CC: ¿Cuáles son las emergencias que enfrentan en la comunidad? 

TF: Una es el fenómeno de la naturaleza, por ejemplo, las épocas de invierno, pues llueve mucho y los estudiantes no van a la escuela. También están las inundaciones, los deslizamientos de tierra y el crecimiento de los ríos; esto también impide que muchos estudiantes puedan trasladarse desde su casa hasta la comunidad para recibir sus clases. Cuando llegan las inundaciones, los estudiantes se quedan en sus casas cuidando sus cositas para que no se les dañen. Además, está la situación de orden público, la presencia de grupos armados… por el temor, los niños tampoco asisten a sus clases.

CC: ¿Cómo llegan los estudiantes al colegio?

TF: En la institución hay estudiantes de comunidades lejanas. Están a 3 o 4 horas de distancia. Niños y niñas bajan al colegio en su embarcación. Hay otros niños y niñas que viven en una quebrada y pueden pasar el camino, y cuando llegan al río grande, después de caminar por trocha, cogen bote. Otros estudiantes son de esta misma comunidad y ellos pueden llegar tranquilamente al colegio.

CC: ¿Quién maneja los botes?

TF:
Los botes son canoas y ellos mismos los manejan. Son canoas en las que ellos mismos pueden remar y llegar acá. Sin ningún adulto. Todos son niños y niñas de la institución, son grandecitos, pero suelen traer hermanos que son de 8 años, 10 años, 11 años. Los traen para que puedan recibir su clase aquí en la institución.

CC: A parte de las escuela, ¿en qué otros lugares pueden aprender cosas los niños y las niñas? ¿Cómo aprenden los niños y las niñas cuando enfrentan las emergencias?

TF: En la casita. Ellos pueden aprender desde su mamá, desde su papá, desde sus hermanos y tíos. Porque los más viejos pueden contar algo a sus hijos. Cuando se enfrentan ciertas emergencias, como las inundaciones, los docentes de educación física los ocupan en actividades deportivas, pero no todo el tiempo… esto solo ocurre cuando está inundado el río.

¿Quién es Delia y cómo está transformando la educación en el Catatumbo?

El 6 de enero de 2015, Delia Carrillo llegó a Colombia desde Venezuela cruzando la frontera por la Pica del Dos, una trocha no oficial para entrar al país por Norte de Santander. Por la Pica del Dos se llega al municipio de Tibú, Catatumbo, una zona fuertemente golpeada por el conflicto armado, el narcotráfico y el contrabando de gasolina.

Delia, al igual que muchas mujeres venezolanas de su comunidad, jamás imaginó que tendría que vivir en un asentamiento informal inundado por el barro y con enormes carencias en infraestructura. «Aquí nos tocó llegar por la necesidad, llegó la pandemia, no teníamos plata para el arriendo o la comida», comenta Delia. Después de varios años de habitar el asentamiento humano Nueva Esperanza 3, en Tibú, asegura que ese lugar ha transformado su propósito en la vida.

Esta mujer, lideresa del asentamiento y cabeza de una fundación llamada Fundación Generación Resilientes del Catatumbo, creó la escuela «Proyecto de Educación Mis Primeros Pasos». Delia, junto a otras compañeras y compañeros de lucha, detectaron un enorme vacío en la educación: niños y niñas migrantes desescolarizados por falta de documentación y por falta de cupos estudiantiles en las principales escuelas de la zona. No estar en la escuela en un escenario como Tibú, se traduce en niños y niñas que terminan en la calles, trabajando, recogiendo chatarra o siendo víctimas del reclutamiento forzado. Y particularmente en el caso de las niñas, embarazos desde los 10 y los 12 años de edad.

Aunque Delia nunca imaginó tener la vocación de enseñar, sintió la necesidad de hacer frente a esta realidad educativa reforzando aprendizajes básicos como la lectura y la escritura. No tenía la formación en pedagogía, tampoco el espacio o las herramientas pedagógicas, pero poco a poco y en conjunto con 12 lideresas más, lo que era tan solo un lote de tierra se volvió un espacio con paredes de plástico, techos de zinc, algunas mesas, adornos con materiales reutilizados, letreros coloridos y otros cuantos materiales educativos que fueron llegando poco a poco por donaciones.

Hoy, las 12 lideresas, madres de la comunidad, cumplen el rol de profesoras y auxiliares en dos turnos: de 8:00 am a 11:30, hacen clases con estudiantes de 4 a 7 años; de 2:00 pm a 5:00 pm, hacen clases con estudiantes de 8 a 14 años de edad. «Ninguna tiene formación», cuenta Delia, «pero ahora contamos con el apoyo de Click+Clack y Unicef, quienes nos están formando para poder enseñarle a los niños», añade.

Su tiempo, sus recursos, sus ideas… Delia, además de estar formándose en educación inicial, ha invertido todo lo que tiene para convertir la escuela en un espacio seguro, un espacio, afirma, del cual los estudiantes nunca quieren irse. Por eso, ha sabido aprovechar cada cosa que llega a sus manos para transformarlo, en conjunto con sus compañeras, en algo muy poderoso. Así, algo tan sencillo como una cartilla de La Aldea, cobró vida en forma de títeres creados por Berta, la madre de Delia. Los títeres se han convertido en una herramienta pedagógica muy valiosa; son aprendizaje, reflexión, risas, juego, creatividad, arte, un gancho para afrontar las emergencias del contexto, de una manera diferente y divertida.

«Los niños están aprendiendo… están aprendiendo a expresar lo que sienten, lo que les duele, lo que les pasa. Antes eran demasiado tímidos, pero a través del canto, a través de la dramatización y los juegos, han ido experimentando esa sensación de ‘sí puedo lograrlo’. Ahora, cuando repartimos papeles para que interpreten a los títeres, todo quieren se parte», cuenta Chely, cofundadora y lideresa de la Fundación Generación Resilientes del Catatumbo. 

5 libros poderosos que puedes regalar para detonar la reflexión y el pensamiento crítico

¿Estás buscando un regalo con sentido? ¿Te abruman las opciones y no sabes cómo elegir una alternativa para marcar la diferencia? En Click+Clack tenemos libros con historias poderosas, libros que invitan a la reflexión y el aprendizaje, libros que van más allá de lo establecido y rompen barreras para abordar temas difíciles, pero urgentes y necesarios. Educación sexual, conflicto armado, educación ambiental, fábulas, derechos humanos… estos y muchos otros temas hacen parte de un catálogo pensado para detonar la imaginación, la creatividad, el pensamiento crítico y el aprendizaje significativo. Perfectos para niños, niñas, jóvenes, docentes y familias enteras.

1. Guerra a voces (25% de descuento)

 

A través de 11 relatos (testimonios reales), Guerra a voces cuenta qué pasó en los pueblos de Colombia mientras la guerra estaba allí, de forma indefinida y dejando una huella indeleble en la historia y en el tiempo. ¡Lo quiero!

Guerra a voces
Guerra a voces

2. Decidir y no fallar en el intento (25% de descuento)

 

El libro Decidir y no fallar en el intento es un recurso para acompañar a jóvenes, de doce años en adelante, a tomar mejores decisiones con relación a su proyecto de vida, su rol ciudadano y su salud sexual y socioemocional. A través de cuatro capítulos compuestos de divertidas historias, actividades, audios y canciones, los chicos podrán reflexionar sobre la manera en la que toman decisiones y se enfrentan a los desafíos de la adolescencia. ¡Lo quiero!

Decidir y no fallar en el intento
Decidir y no fallar en el intento

3. Conferencia de los pájaros

 

Conferencia de los pájaros es un libro-objeto intervenible que permite explorar el artículo 1º de la Declaración Universal de Derechos Humanos, a través de la adaptación de un poema persa del siglo XII, hecha por el escritor colombiano Santiago Gamboa. Por medio de sus diferentes actividades, permite desarrollar competencias en estudiantes de diferentes niveles, en las áreas básicas contenidas en los estándares de lenguaje, ciencias naturales y sociales, así como competencias transversales, como las ciudadanas y laborales. ¡Lo quiero!

⭐️ Ganador del Latino Book Awards: libro más inspirador para niños y mejor libro de educación.

Conferencia de los pájaros
Conferencia de los pájaros

4. ¡De otra manera!

 

Este libro está inspirado en comunidades que lograron superar el conflicto a través de la creación de acuerdos y de espacios de diálogo. Las fábulas que lo componen son metáforas de historias reales protagonizadas por animales autóctonos de diferentes regiones de Colombia. Cada una de ellas expone cómo campesinos, soldados y miembros de grupos al margen de la ley lograron, en episodios muy concretos, sobrepasar sus diferencias y llegar a acuerdos para hacer su vida más llevadera.  ¡Lo quiero!

⭐️ Ganador del Latino Book Awards: Mejor libro temático.

¡De otra manera!
¡De otra manera!

5. Natural-Mente

 

Este libro invita a explorar acciones y gestos que realizamos cotidianamente, desde la perspectiva de animales, plantas u otros organismos que tienen la misma necesidad de supervivencia que nosotros los seres humanos. Esta exploración se divide en 4 acciones —reutilizar, alimentarse, descansar y migrar—, a partir de las cuales se busca entender la multiplicidad de formas de existir en el planeta, sus interrelaciones, así como el frágil equilibrio que permite que perdure la vida sobre la Tierra. ¡Lo quiero!

 

Natural-Mente
Natural-Mente

¡Quiero ir a la tienda Click+Clack!

¿Tener o no tener calzado puede afectar la trayectoria educativa de niños y niñas?

¿Algo como el uso de calzado y uniformes podría afectar la trayectoria educativa de niños y niñas? ¿No tener zapatos podría ser una emergencia? Esta imagen teñida de azul fue el producto de una reflexión en torno al rechazo o la discriminación que ocurre cuando un estudiante tiene o no tiene zapatos y uniforme escolar. Tener zapatos en un escenario como La Guajira resulta un privilegio, una herramienta necesaria para proteger los pies en medio de las largas caminatas que deben recorrerse para llegar a la escuela. Los uniformes, por su parte, también son un privilegio al cual no todos los niños y las niñas pueden acceder y muchos de estos son financiados por los docentes. Al utilizarlos se genera una identidad.
La foto de estas niñas con uniforma y zapatos, tomada en el marco del proyecto de educación en emergencias que estamos implementando con Unicef Colombia, es la evidencia de brechas que además de situaciones como las inundaciones y la falta de infraestructura, generan barreras en el aprendizaje, barreras a la seguridad, a la identidad, a la igualdad y al bienestar de las y los estudiantes.